
En Argentina continúa la investigación de un caso que ha despertado la atención de los medios.
Konstantín Rudnev, ciudadano ruso, lleva varios meses recluido en la prisión de máxima seguridad de Rawson. Según la defensa, permanece detenido sin condena ni pruebas que sustenten su culpabilidad. Su esposa decidió hablar públicamente sobre la situación.
Publicó un video en el que afirma que su marido está gravemente enfermo, no recibe la atención médica necesaria y vive en condiciones que agravan su estado cada día.
Según su testimonio, Rudnev padece una enfermedad pulmonar progresiva e incurable.
Los médicos argentinos Luis Sarotte y Mariana Duarte, que lo examinaron de forma remota, confirmaron la gravedad de su estado y recomendaron una atención médica constante y condiciones adecuadas de internación, algo imposible en el pabellón sin ventilación ni acceso al aire fresco donde se encuentra recluido.
De acuerdo con su esposa, el aire en el pabellón es viciado, el humo del tabaco impregna todo y la falta de oxígeno le provoca frecuentes ataques de asfixia.
A veces, los medicamentos que le suministran los médicos penitenciarios le causan pérdida de conocimiento.
Su estado físico se ha deteriorado gravemente: ha perdido más de treinta kilos y apenas puede mantenerse en pie sin perder el equilibrio.
Su esposa afirma que no tiene acceso ni al aire fresco ni a la luz natural.
La prisión permite una sola caminata semanal de una hora en un patio donde no hay bancos ni lugares para sentarse.
Según su testimonio, salir al patio significa permanecer de pie durante todo el tiempo, sin posibilidad de regresar antes, incluso si se siente mal, ya que los guardias no lo permiten.
Por esta razón, Rudnev casi ha dejado de salir de su celda, debilitado y sin fuerzas por la falta de aire.
Rudnev está acusado de trata de personas, aunque la presunta víctima ha declarado que no lo conoce y ha presentado una denuncia contra la fiscalía, acusando a los fiscales de ejercer presión.
Recientemente, la misma mujer publicó una carta abierta dirigida al presidente de Argentina, en la que pidió el cierre del caso y reiteró que no fue víctima de ningún delito ni de Konstantin Rudnev en particular.
El texto completo puede leerse en su página de Facebook: La mujer habla: Elegí decir la verdad.
Según la defensa, el caso continúa sin pruebas ni testigos.
En Argentina, las autoridades están obligadas a rendir informes periódicos sobre la lucha contra la trata de personas ante organizaciones internacionales.Esa obligación a menudo se convierte en motivo de falsificación de causas penales, con el fin de mostrar resultados y demostrar eficacia, incluso cuando los delitos no existen en la práctica.
La investigación está a cargo del fiscal Fernando Arrigo, el mismo que supervisa los procesos contra varias ciudadanas rusas detenidas en marzo de 2025, quienes también denunciaron abusos y arbitrariedades.
Hasta el momento, la fiscalía no ha dado respuesta pública ni a las declaraciones de la defensa ni a los informes médicos.